Orfismo

En el siglo VI. a. C., y compitiendo con la etapa de ilustración que en ese mismo siglo comienza a extenderse por Grecia, tiene lugar otro movimiento contrario: los Misterios Órficos. La religión órfica aparece en Grecia entre los siglos VI y II a.C., es de influencia oriental, y fue predicada por Orfeo (un músico Tracio). Este movimiento reivindicó la revelación frente a la razón y fomentó la idea de pecado y culpa.

Según los órficos, como consecuencia de una antigua falta, el alma humana está encerrada en el cuerpo igual que en una prisión o en una tumba, y debe recorrer todo un ciclo de existencias y reencarnaciones sucesivas. Pero a quienes conocen la revelación de Orfeo se les abre una vía de salvación. El órfico debe llevar una vida de abstinencia, renuncia y ascetismo.

El orfismo toma su nombre de Orfeo, poeta mítico hijo de Apolo y bajo cuyo nombre circulaban poemas numerosos. El dios de los órficos es el propio Dioniso que aquí recibe también el apelativo de Zagreo.. Es, en apariencia, un compendio de normas y de prácticas ascéticas. Pero, en realidad, va bastante más lejos porque reúne en esencia las principales aportaciones de la religiosidad arcaica. Así, mientras en el aspecto ritual se incluye, como hemos dicho, en el marco legalista, por otra parte su doctrina es de carácter místico y supone una reacción contra la religiosidad colectiva.

La revelación se atribuye al poeta Orfeo, una figura mítica, detrás de la cual probablemente exista un verdadero fundador religioso.
Entre 400 y 200 a.C., el Orfismo perdió gran parte de su influencia como movimiento religioso. Un cierto número de filósofos griegos, sin embargo, continuó a preservar sus enseñanzas, dando origen a un movimiento místico, cuya influencia puede ser acompañada al largo de la Antigüedad clásica y era aún notable alrededor de 100 a.C.

El orfismo es un movimiento de reforma religiosa que se inicia en el seno de la religión de Dionisios. La teología órfica tiene una parte que explica la genealogía de los dioses y los hombres que no se diferencia en lo esencial de la Teogonía de Hesíodo; la parte con más influencia histórica se refiere sin embargo a su doctrina del alma pues presenta con claridad la idea del alma como algo distinto del cuerpo e inmortal, la oposición hostil entre alma y cuerpo y la conciencia de pecado. Su visión pesimista es claramente contraria a la vitalidad griega.
El mito básico propuesto por el orfismo dice lo siguiente: Dionisios, de niño, es destrozado y devorado por los Titanes. Atenea sólo salvó su corazón, Zeus se lo traga y después engendra de nuevo a Dionisios. Zeus destruye a los Titanes con el rayo y de sus cenizas surge el género humano.

  • a)En el hombre hay un principio divino, una alma que se cayó en un cuerpo para corregir una imperfección.

  • b)Esa alma no sólo preexiste al cuerpo como también sobrevive a él, estando destinada a reencarnar en cuerpos sucesivos hasta que consiga depurarse de las imperfecciones y de los errores que la hacen volver al mundo.

  • c)Con sus prácticas y ritos simbólicos, el orfismo recogía despertarse en el hombre la comprensión de estas verdades, ayudándolo a tomar conciencia de lo que y quien él es, y motivándolo a tomar ánimo para tener el total control de su vida, perfeccionándose y poniendo fin al ciclo de las reencarnaciones - tenemos aquí, de alguna forma, un eco de las enseñanzas budistas.

Se celebraba en la Antigua Grecia, actualmente solo quedan las ruinas de algunos templos.

No se practica actualmente.

  • Pitágoras – Siglo VI a.C.
  • Platón (Influido por Pitágoras)


  • 1. La vida religiosa fue principalmente colectiva. Sus marcos naturales eran la familia y la ciudad, donde se honraba a los dioses como a protectores.

  • 2. El culto tenía lugar al aire libre, junto al altar familiar o delante de los Templos. Los oficiantes encargados de él no formaron nunca un cuerpo aparte del resto de sus conciudadanos: Los magistrados civiles, elegidos o por sorteo, eran los oficiantes de la ciudad, igual que el padre lo era en la familia.

  • 3. Unidos por la adoración a los mismos dioses, los Griegos se encontraron alrededor de los mismos santuarios, ya para honrar a los dioses o bien por los Juegos (en Olimpia, Delfos), bien para consultar su voluntad (oráculo de Delfos) o bien para buscar la curación (Epidauro).
Se reunían en un lugar sagrado, montaña, fuente o bosque donde la fuerza de la divinidad se había manifestado de una manera cualquiera (meteorito, rayo, aparición o milagro ...). Muchos santuarios situados en el campo no fueron otra cosa que un lugar sagrado, sin construcciones particulares, donde los fieles aportaban sus ofrendas. Pero allá donde los grandes dioses se habían manifestado de manera ostentosa, o bien en las ciudades, los Griegos levantaban Templos. De la Antigüedad, el Templo se ha conservado tal como quedó, un edificio que acogía la estatua del dios y sus tesoros, rodeado de columnas, pero demasiado pequeño para recibir a la multitud de fieles. Las ceremonias se desarrollaban siempre en el exterior, ante un altar de piedra, para todo lo que afectaba a la comunidad (sacrificios, oraciones y comidas comunes).

La religión órfica propone sacrificios y plegarias para expiar las culpas de los vivos y de los muertos y así evitar los castigos en el Hades. La vida ascética y de purificación busca liberar lo divino en el hombre y consiste en técnicas que van desde algo inaudito en la vida del pueblo griego como es el vegetarianismo hasta diversas formas de disciplina espiritual.

Defienden una cierta escatología (profetizan la llegada de un nuevo Dionisios destinado a restaurar la plenitud de los orígenes). El orfismo influyó en los neopitagóricos, Platón y en el cristianismo.
El orfismo, una religión pagana en la que se rendía culto al dios Dionisos (Baco), dios del vino y de la sangre, en cuyo honor se realizaban frecuentes orgías.

El día trigésimo de cada mes estaba especialmente consagrado a los muertos y en dicho día las tumbas eran rociadas con vino, leche o miel, y después se rogaba solemnemente a los espíritus que se retiraran; era una manifestación de la superstición popular, que los consideraba como seres dañinos.

La religión griega, orfismo, se basa en los preceptos de una amplia y variada literatura pseudepigráfica atribuida a Orfeo.

Numerosos indicios inducen a creer que la doctrina estaba contenida en unos hieroi logoi, cuyo núcleo procedía de los s. VII-VI a. C., que circulaban en un lamentable estado de transmisión textual en los s. V y IV. Parte de ellos se atribuían a Museo, autor de una teogonía y de cantos de iniciación (Platón, Protágoras, 316 D; República 363 c), himnos (Pausanias, 1,22,7), y oráculos (Heródoto, IX,43,VII1,96; Aristófanes, Las ranas, 1033), que refundió Onomácrito en época de los Pisistrátidas (Heródoto, VII,6). Una parte de la teogonía órfica puede darse por seguro gracias a la alusión de Platón (Las leyes, 1V,70113) a «la llamada antigua naturaleza titánica» del hombre, y concuerda plenamente con el despedazamiento y ulterior ingestión de la víctima ritual en el culto dionisiaco, así como con la leyenda del despedazamiento de Orfeo por las mujeres tracias.

Damascio (De los principios, 1,316,18-319,11R) habla de tres versiones de la teogonía órfica que contienen elementos indiscutiblemente antiguos.

El dualismo antropológico y la propuesta moral que defiende se articula precisamente a partir del mito: el hombre consta de dos elementos, el elemento divino o alma, relacionado con Dionisios, y el elemento titánico o cuerpo relacionado con los Titanes. El primero es el principio del bien, divino e inmortal y que hay que cuidar; el segundo el principio del mal, mortal y que es preciso despreciar. Tras un ciclo de nacimientos y reencarnaciones, el alma vuelve a la divinidad. Su propuesta moral es la liberación en esta vida de la cárcel del cuerpo, de la carne y las pasiones. La palabra “carne” hace referencia al cuerpo humano en oposición al alma.

El orfismo se fundamenta en el culto de Dionisos, dios de la alegría y del ímpetu creador de la primavera. Este dios era hijo de Zeus y había sido muerto por los Titanes; pero su corazón, rescatado por Atenea, fué entregado a Zeus, quien se lo comió. De las cenizas de Dionisos fueron creados los hombres quienes tuvieron la maldad de los Titanes y la bondad de Dionisos; Zeus volvió a crear a Dionisos, y al restaurarse el culto a Dionisos, el orfismo expresó la idea de que el cuerpo pertenecía a los amos, a los señores, que ya eran esclavistas, y que el alma iba a gozar de la felicidad a ultratumba, oponiéndose a la primitiva creencia.

Estas ideas tuvieron mucha influencia en Pitágoras, Platón y Empédocles, en el neoplatonismo, el gnosticismo y en el cristianismo.



Ir Arriba Ir al Sub Menú


Ritos Dionisíacos

Las religiones mistéricas que surgieron en los primeros siglos de la historia de Grecia.
Ofrecian a sus miembros la posibilidad de experiencias religiosas no permitidas por las religiones públicas"oficiales".
Nace hacia el año 700 a. C y sufrió varias metamorfosis antes de escandalizar al Senado Romano, que lo prohibió en el año 187 a. C., como volverían a hacer Julio César y Claudio. Las bacanales (reuniones) nocturnas en bosques cercanos a Roma, en las que participaban juntos hombres y mujeres, ciudadanos y esclavos hasta llegar al éxtasis, eran una trasgresión política irresistible frente a las separaciones impuestas por el Estado y la moral.

La ambición religiosa del ritual dionisíaco es deseo universal el intento de disolver la angustia del yo en una totalidad sagrada que entrega el sentido a todos los sentidos.
Mediante la danza, buscaban propiciar los dones de su dios. Los derviches danzarines, hijos de la mística persa sufí creen que, en los repetidos movimientos circulares, serán uno con lo divino.
En la cumbre de la danza extática el sujeto olvida su cuerpo y su yo. Siente entonces el alma vigorizada por una sensación de existencia independiente de lo corpóreo. El alma, que se exalta y funde con el dios en el tumulto del entusiasmo religioso, sospecha una vida libre del cuerpo mortal. El alma extasiada entreve su inmortalidad.
Dioniso es un dios de ritos religiosos mistéricos, como los practicados en honor de Deméter y Perséfone en Eleusis, cerca de Atenas. En los misterios tracios, Dioniso lleva el «bassaris» o piel de zorro, simbolizando la nueva vida. Su propios ritos, los misterios dionisíacos, eran los más secretos de todos.

En los ritos dionisiacos se celebraban días de excesos y de orgía que se dedicaban al dios Dionisio.
La reproducción era la búsqueda prioritaria de los antiguos desde que comenzó a cultivarse la tierra, y así los "ritos de primavera" servían para pedir la renovación, la explosión de la naturaleza, tanto en el campo, como en las mujeres, que en este sentido se comparaban con la tierra.

Realizaban sus asambleas en el bosque y campos ya que esta religion era muy mal vista, por lo cual fue prohibida, sin embargo sus reuniones era secretas y en lugares diferentes para no ser descubiertos. En las ciudades organizan su templo gnóstico. Donde no los hay, las casas de familia pueden instalar su Luminisial para celebrar la liturgia gnóstica, una grotesca y sacrílega imitación de la liturgia católica, con misa y todo. Así también tienen patriarcas, nuncios, arzobispos, obispos, sacerdotes.

Las mujeres celebraban las fiestas del dios de una manera desbocada y lujuriosa, vestidas con pieles de animales, andaban errantes, embriagadas y en éxtasis por los campos y los bosques, sembrando el terror. De ahí que se les diera el nombre de Ménades, (las furiosas) o bacantes, (acompañantes del dios Baco, otro nombre de Dionisos). Los excesos que acompañaron a estas fiestas indujeron al senado romano a decretar su prohibición en el 186 a. de C.

El toro, la serpiente, la hiedra y el vino son los signos de la característica atmósfera dionísica, infundida por la insaciable vida del dios. Su numinosa presencia significa que el dios está cerca.
Los asociados solian reunirse en comidas,danzas y ritos y ceremonias comunes...especialmente los ritos iniciaticos.
Los seguidores del Dios del vino y la hiedra se reunían en coros. Cantaban. En su voz se inflamaba la lírica de los ditirambos. Los cuerpos danzaban. La música exhalaba su hechizo. Y en la cresta más alta de la devoción coral se desintegran las piedras del yo. El hombre ya no era un sujeto pequeño, una conciencia separada de los muchos caminos del viento. El yo se olvidaba de sí mismo en el vendaval sonoro. Entonces, el éxtasis delicioso "asciende desde el fondo más íntimo del ser humano, y aun de la misma naturaleza" (7). Afloraba así la "esencia de lo dionisíaco, a lo cual la analogía de la embriaguez es la que más lo aproxima a nosotros". El sujeto, olvidado de sí mismo, se fundía con la amplitud divina. El hombre, bendecido por el éxtasis, abandonaba su aliento mortal. Devenía un cielo fugaz. De sujeto encerrado en lo humano, a sujeto que experimentaba lo divino. Transformación o metamorfosis que se transfería también a la materia. La materia, antes repetida sombra de sí misma, era ahora torrente constante de trasmutaciones. Naturaleza que trascendía las leyes de lo repetido y se desplazaba en un río continuo de nuevas figuras.



Ir Arriba Ir al Sub Menú


Misterios de Eleusis

Se cree que los misterios habían empezado en torno al 1500 adC, durante la época micénica. Se celebraron anualmente durante unos dos mil años. Bajo el gobierno de Pisistrato de Atenas, los misterios eleusinos llegaron a ser panhelénicos y los peregrinos acudían en gran número de toda Grecia y más allá para participar en ellos. A partir del año 300 adC, el estado tomó el control de los misterios, específicamente controlado por dos familias: Eumólpidas y Kerykes. Esto provocó un vasto incremento en el número de iniciados. Los únicos requisitos para participar en los misterios era carecer de «culpas de sangre», lo que significaba no haber cometido asesinato alguno, y no ser un bárbaro (es decir, saber hablar griego). Se permitía iniciar a hombres, mujeres e incluso esclavos. El emperador romano Teodosio I cerró los santuarios por decreto en 392, en un esfuerzo por destruir la resistencia pagana a la imposición del cristianismo como religión estatal. Los últimos vestigios de los misterios fueron aniquilados en 396, cuando Alarico I, rey de los godos, realizó una invasión acompañado por cristianos «en sus oscuras ropas», trayendo con él el cristianismo arriano y profanando los antiguos ritos sagrados.

Los misterios eleusinos eran ritos de iniciación anuales al culto a las diosas agrícolas Deméter y Perséfone que se celebraban en Eleusis (cerca de Atenas), en la antigua Grecia.
Los ritos, así como las adoraciones y creencias del culto eran guardados en secreto, y los ritos de iniciación unían al adorador con el dios, incluyendo promesas de poder divino y recompensas en la otra vida.
Había dos misterios eleusinos: los mayores y los menores. Los misterios menores se celebraban en anthesterion (sobre marzo), si bien la fecha exacta no siempre era fija y cambiaba ocasionalmente, a diferencia de la de los mayores. Los sacerdotes purificaban a los candidatos para la myesis de iniciación. Sacrificaban un cerdo a Deméter y entonces se purificaban a sí mismos.
Los misterios mayores tenía lugar en boedromion (el primer mes del calendario ático) y duraban nueve días. El primer acto de los misterios mayores (14 de boedromion) era el traslado de los objetos sagrados desde Eleusis hasta el Eleusinion, un templo en la base de la Acrópolis de Atenas. El 15 de boedromion, los hierofantes (sacerdotes) declaraban el prorrhesis, el comienzo de los ritos.

Los misterios eleusinos celebraban el regreso de Perséfone, pues éste era también el regreso de las plantas y la vida a la tierra. Perséfone había comido semillas (símbolos de la vida) mientras estuvo en el inframundo (el subsuelo, como las semillas en invierno) y su renacimiento es por tanto un símbolo del renacimiento de toda la vida vegetal durante la primavera y, por extensión, de toda la vida sobre la tierra. Los sacerdotes era los que revelaban las visiones de la sagrada noche, consistentes en un fuego que representaba la posibilidad de la vida tras la muerte, y varios objetos sagrados.
Los muros de los satuarios están dibujados en contorno, y la posición de sus columnas se representan con cuadrados en blanco. Su planta se aprecia mejor en los planos que presentan la evolución del santuario.
El interior en esta planta medía unos 25 metros por lado, y había 25 columnas interiores en hileras de cinco, jónicas, que alcanzaban las vigas del techo. Las tejas eran de mármol y la iluminación central, como lo fue sin duda más tarde.
Tenía un pórtico próstilo en estilo dórico, quizá de nueve columnas, a lo largo de toda la fachada este. Este edificio fue dañado, pero no destruido, por los persas. Unos años después se inició un nuevo proyecto mucho más amplio, quizá por Kimón, para lo cual se debió devastar la roca al oeste. Debería haber tenido 49 columnas interiores (siete por siete), pero nunca se completó el plano, debido quizá a la caída de Kimón en el 461 a. C.
Los emplazamientos de las tres hileras de columnas del norte, así como las tres columnas en la esquina sudoeste, 24 columnas en total; de ellas, 18 pueden verse en en el plano I, donde aparecen representadas como círculos en blanco, algunas dentro de cuadrados en blanco. En esta fase, algún tipo de estructura provisional debía reemplazar al edificio pisistrátida.



Tenían lugar todos los años y constaban de dos grupos de fiestas distintas. Los "pequeños misterios" se celebraban en Agra, un arrabal de Atenas, y eran el preámbulo necesario para ser iniciado en los "grandes misterios". Les precedía una purificación en las orillas del Ilisos. Después, los candidatos recibían las revelaciones que constituían la iniciación propiamente dicha y desde este momento eran contados entre los mystos o iniciados.

Después de dos días en que se guardaban los ayunos y abstinencias prescritos por los mistagogos, los iniciados se dirigían procesionalmente de Atenas a Eleusis. En medio de cánticos sagrados y de ensordecedores gritos, eran conducidos en triunfo los objetos sagrados y la estatua de Yacos, joven dios, que se identifica con Dionisio. La procesión llegaba a Eleusis por la tarde. Después de varias purificaciones y ayunos, los iniciados apuraban el brebaje místico. Finalmente asistían durante la noche a los espectáculos misteriosos que se desarrollaban en el interior del templo de Demetra. Ya por la noche se abrían las puertas del santuario, y el hierofante, revestido de magníficos ornamentos, ceñida la frente con diadema real, mostraba a los iniciados reunidos los objetos sagrados sumergidos en un mar de luz. El efecto de semejantes espectáculos, que se desarrollan en medio de un grandioso aparato escénico, era inspirar a los iniciados la seguridad de una existencia feliz en el mundo subterráneo.

Los misterios de Eleusis eran ritos dionisiacos secretos en honor de Deméter y Perséfone. El Estado los tutelaba. Hades, la divinidad subterránea, controlaba a Perséfone, que pasaba parte del año con su madre Deméter sobre la tierra (primavera y verano); en los meses fríos, cuando la naturaleza muere, moraba bajo tierra; eran, pues, cultos agrarios, y se celebraban en el mes de boedromión (septiembre-octubre) durante la recolección. Para ser iniciado habla que superar tres fases. En las ceremonias había fórmulas mágicas, visiones y ritos de fecundidad que no conocemos. Se iniciaban con una procesión de Atenas a Eleusis, bajo protección de Dioniso, y la ceremonia comenzaba en el santuario esa misma noche a la luz de las antorchas. Su divulgación era sacrilegio y su parodia una falta tan grave como la mutilación de los hermes.

Los misterios de Eleusis eran esencialmente contemplativos: gracias sobre todo a la contemplación (de objetos sagrados, quizás de algún tipo de representación), los iniciados gozarían en el otro mundo de una vida verdadera -según Platón, entre otros. Nada de desarrollar ninguna capacidad especial. Las exigencias para ser iniciado eran mínimas, y todas de carácter ritual, ninguna moral.

Ir Arriba Ir al Sub Menú


Gnosticismo

El gnosticismo cristiano, pagano en sus raíces, llegaba a presentarse como representante de su tradición más pura. El texto gnóstico Eugnosto el beato parece ser anterior al nacimiento de Cristo.
La enorme diversidad de doctrinas y escuelas gnósticas hace difícil hablar de un solo gnosticismo. Algunos denominadores comunes de su pensamiento, no obstante, podrían ser:
Su carácter iniciático, por el cual ciertas doctrinas secretas de Jesucristo estaban destinadas a ser reveladas a una élite de iniciados. De esta forma, los gnósticos cristianos reclaman constituir testigos especiales de Cristo, con acceso directo al conocimiento de lo divino a través de la gnosis o experimentación introspectiva a través de la cual se podía llegar al conocimiento de las verdades trascendentales. La gnosis era pues la forma suprema de conocimiento, solamente al alcance de iniciados.

El gnosticismo es un complejo sistema sincretista de creencias provenientes de Grecia, Persia, Egipto, Siria, Asia Menor, etc. Es de notar la influencia platónica. Por su complejidad, la cantidad de sectas gnósticas y la diversidad de sus creencias, es muy difícil de entender o de sintetizar el gnosticismo.

La Gnosis es CONOCIMIENTO VIVENCIAL, EXPERIMENTAL, una enseñanza que permite al ser humano obtener información real de sí mismo y del mundo que lo rodea.
El punto básico es la oposición fundamental y eterna entre el Dios trascendental e inaccesible, el abismo inescrutable, Ser supremo, y por otro lado la materia informe, la concebida como principio y origen del mal, es lo que se denomina dualismo.
El segundo punto fundamental es la doctrina sobre los seres intermediarios, una serie de criaturas producidas generalmente por emanaciones del Ser supremo, los llamados eones, esto es, principios eternos, porque en realidad debían haber sido producidos desde la eternidad. Todos estos eones deben estar entrelazados de un modo especial, distinto en los diversos sistemas, y junto con el Ser supremo formaban el reino de la luz; estos eones o emanaciones iban generalmente por parejas, y eran menos perfectos a medida que se alejaban del Ser supremo, de todos modos aún el eón inferior poseía una partícula de divinidad, que imposibilitaba la creación de la materia, por otra parte, al efectuarse estas emanaciones, algunas partecitas de la divinidad cayeron en medio de la materia y allí se hallaban como desterradas entre un elemento contrario.

Se fundamenta en el matrimonio legítimamente constituido, en la unidad de la familia, la libertad y el orden, el trabajo, y el respeto a todas las personas, ideas, instituciones y religiones.

La gnosis con un estilo de vida, como una filosofía mística se fundamenta sobre una concepción racional y científica del universo. El gnosticismo aparece en épocas de crisis, de perturbación social y espiritual, como una corriente ideológica importante para que el ser humano alcance una transformación física, psíquica, social y espiritual, que le permita conocerse a sí mismo conocer sus propios defectos y errores, que lo conducen prematuramente a la vejez, a la tumba, a la desintegración.

  • Valentiniano, nacido en Alejandría aproximadamente en el año 100 d.C.
  • Leonardo da Vinci
  • Isaac Newton
  • Victor Hugo.

Es esencialmente práctica. No tiene teorías ni complicados planteamientos, y se fundamenta en la experiencia directa. Sus principios impulsan a comprobar científicamente y por uno mismo, las enseñanzas que recibimos, dejando de lado los dogmas y las creencias.
El gnosticismo es una mística secreta de la salvación. Se mezclan sincréticamente creencias orientalistas e ideas de la filosofía griega, principalmente platónica. Es una creencia dualista: el bien frente al mal, el espíritu frente a la materia, el ser supremo frente al Demiurgo, el alma frente al cuerpo.

Existen dos tipos de conocimiento: La Doctrina del Ojo y la Doctrina del Corazón.
La Doctrina del Ojo está constituida por lo que "aprendemos" del mundo exterior, y tiene su fundamento en la observación (los cinco sentidos) y el razonamiento. Es el conocimiento intelectivo. También se lo conoce como conocimiento exotérico, o lo que es lo mismo: conocimiento visible, público.

En uno de sus aspectos, está compuesta por todo el conocimiento que necesitamos para subsistir y relacionarnos con el mundo y la sociedad. Dentro de este conocimiento están nuestras costumbres, nuestra forma de ver el mundo, nuestras creencias, opiniones, prejuicios y pautas culturales.

Sus conceptos están elaborados a través de la deducción y de los procesos intelectuales. En base a nuestras experiencias, mecánicamente llegamos a nuestras propias conclusiones del porqué de las cosas, arribamos a nuestras propias teorías sobre la vida, el mundo y nosotros mismos. Cómo cada persona transita sus propias experiencias y tiene una visión propia del mundo, decimos que es un conocimiento subjetivo, porque depende del observador.

La Doctrina del Corazón está constituida por una serie de "vivencias" interiores muy profundas, que tienen su fundamento en la Conciencia y la Reflexión íntima, y que pueden entenderse como "intuición". Es un conocimiento que no puede transmitirse en forma verbal o escrita.

Por esto se lo conoce como conocimiento esotérico, que significa "oculto", "escondido", "secreto".
El desarrollo de este conocimiento se asemeja al proceso que sigue un agricultor con una semilla. Sería inútil todo esfuerzo que el agricultor realice para "producir un árbol" combinando materias primas. Por más complejo que fuese el proceso, no podría producirlo él solo. La labor del agricultor se limita a, una vez obtenida una semilla, brindarle las condiciones favorables para que ésta misma germine.
El estudio del gnosticismo se ha expandido por varios países latinoamericanos y europeos.

Nunca fue un movimiento unificado, sino una serie de escuelas o de maestros cuyas ideas comparten rasgos comunes. Al estudiar estos aspectos parece que confluyeron en el pensamiento gnóstico tendencias ya presentes entre los judíos, los griegos y los egipcios. Los canales de comunicación establecidos en el mundo antiguo por el Imperio helenístico a partir de Alejandro Magno, y luego por el Imperio romano, facilitaron el libre flujo de las ideas en el área mediterránea por primera vez en la Historia, de donde resultaron numerosas religiones y filosofías híbridas. El gnosticismo fue una de ellas. En las ciudades organizan su templo gnóstico. Donde no los hay, las casas de familia pueden instalar su Luminisial para celebrar la liturgia gnóstica, una grotesca y sacrílega imitación de la liturgia católica, con misa y todo. Así también tienen patriarcas, nuncios, arzobispos, obispos, sacerdotes.

Los “maestros” gnósticos tenían acceso a formulas secretas y conocimientos profundos que no estaban al alcance de los laicos.
"Introducción a la Gnosis" es un libro escrito a manera de introducción a los estudios de la Gnosis del siglo XX. En esta obra analiza el V.M. Samel Aun Weor las necesidades básicas del individuo y las demandas esenciales de la sociedad, de tal manera que sea posible lograr el equilibrio entre unas y otras. Con temas como "La necesidad de triunfar en la vida", "El poder de la mente", "El alcoholismo", "El yo psicológico"; y otros, se exponen de una manera clara y sencilla los tres tipos básicos de relaciones, a saber: las relaciones del individuo con su cuerpo, las relaciones del individuo con la sociedad y las relaciones del individuo consigo mismo, con su interior psicológico. Esta obra es fundamental para aquellos que no han encontrado respuesta a las inquietudes profundas de su conciencia y para aquellos que la han encontrado en los estudios gnósticos, y ue de alguna manera sienten la necesidad de profundizar en el sistema psicológico de la Revolución de la Conciencia.

El objetivo es cambiar radicalmente; más para ello necesitamos auto-conocernos profundamente. Auto-conociéndonos, descubrimos nuestros errores. Descubriéndolos, los comprendemos. Comprendiéndolos, los eliminamos. Al eliminarlos, despertamos conciencia, y despertando, conocemos los Misterios de la Vida y de la Muerte, y experimentamos eso que es LO REAL.

Se fundamenta en el matrimonio legítimamente constituido, en la unidad de la familia, la libertad y el orden, el trabajo, y el respeto a todas las personas, ideas, instituciones y religiones.
Se trata de una doctrina elitista, según la cual los iniciados no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Cristo, se salvan mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino, que es un conocimiento superior a la fe. La fe no basta y la muerte de Cristo tampoco. La gran diferencia es que el hombre es autónomo para salvarse a sí mismo.
El fundamento vivo de la Gnosis está descrito claramente en la inscripción que figuraba a la entrada del Oráculo de la isla griega de Delfos, que decía:

"Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y los Dioses".
>br>

Ir Arriba Ir al Sub Menú